Sainete Sioux por San Isidro.-
Me lo he propuesto, hoy al despertarme voy a mimetizarme con el medio, en plan pijoterito, pero muy logrado. Me voy a calzar lo que siempre se llamaron “zapatillas de deporte” (que ahora ya no lo son y se emplean a cualquier hora), toda yo de blanco y negro, pies también, hasta con plumas en el talón, recordando siempre mi juventud temprana, muy integrada en vestido y peinado con las mujeres Apache y Kiowa de las películas y las reservas indias americanas. (Lo cierto es que la longitud de mi pelo y el trenzado decorado con una lanita a juego con la ropa, ponchos, flecos y la piel muy tostada por el sol siempre convirtieron mis disfraces en algo bastante auténtico, tanto que mi madre me comentaba a veces: “ Si vas a salir así a la calle hazlo cinco o seis pasos delante de mí, por favor”). Regreso… Me visto de esta guisa tan alegre porque a mi edad me divierte, y si parece extravagante… ¡Mucho mejor, más entretenido!. Lo interesante del asunto es que esta adolescencia tan sumamente tardí