Cuando la músic@ clásic@ se hizo demócrat@.-

La sociedad cambia y el ser humano se adapta. O a la inversa, el ser humano cambia y la sociedad se adapta. A fin de cuentas una sociedad es (transcribo literalmente de la Real Academia de la Lengua) “un conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven bajo normas comunes”. Entonces… ¿Qué es lo que va cambiando primero, la norma, la persona o el conjunto?. ¿O cambia todo al batiburrillo, ‘personos’ y ‘conjuntas’ incluid@s?.

Como soy del siglo pasado llevo mal lo de escuchar la conversación del vecino con su parienta, pero es que ahora lo que se estila es emplear el altavoz del listófono, y eso me transforma en una energúmena. Lo dicho me ocurre por varias razones:

* Primera: Las charlas vecinales producen en mí lo mismo que si aproximamos dos dipolos por sus extremos negativos. Y me sucede ya sin telefonito, luego con él no lo puedo ni expresar.

* Segunda: Por definición el madrileñ@ (de nacimiento o de uso) chilla truenos cuando habla por el intelfono.

* Tercera: El individu@ parlante te observa chistoso llamando tu atención cuando pasas por su lado con idea de que percibas lo descomunalmente trascendente de su relación interpersonal estruendosa para hacerte partícipe a tres bandas con el fin de justificarse.

* Y cuarta: Si sientes algo de pudor aceleras el paso y sudas para no demostrar el más mínimo interés.

Pero lo dicho empeora al utilizar el transporte público: “Jo, tí@, jo tí@, jo tí@“, “CHUNTA CHUNTA CHUNTA, TE VOY A COMER TOÍTA, MAMASITA”, “RING, RING, RING... ¿Ehhhhh?, ¡que te he dicho que paso de ti!, ¿me dejas en paz de una p. vez?”.

Así, entre p. y comiditas de mamitas y tías y sobrinas vas sintiendo (con el transcurso de los minutos allí encerrad@s) un odio acérrimo por el hombre, la mujer, el niño, el padre, el listo, el tonto, el guapo, el bueno, el feo y también el malo. Y gusta bastante llegar al destino para soltar lastre y elevarse en el globo aerostático mental por las escaleras mecánicas o entre los pasos de cebr@. 

Así que he decidido atacar como defensa olvidando las lecciones del pequeño saltamontes.. A partir de mañana haré introspección, me pondré mis “earbuds” con la música bien potente eligiendo a Tárrega, Segovia o Granados, y si fastidia… ¡Que hagan “facetime” con su mamasit@ para desestresarse!.