Mi Educación Salvaje o la Autarquía del Yo.-

Después de leer a Elvira Lindo hoy me pregunto porqué nunca me identifico con nadie en casi nada de lo que veo u oigo. Y analizo mi esquema vital y mi trayectoria afectiva o laboral y concluyo que mi educación familiar y mi signo del Zodíaco han caminado de la mano desde mi primer llanto para hacerme sopesar siempre posiciones contradictorias, con el fin de moderar mi apasionamiento innato en busca de la archinombrada Tolerancia Ambiental, que odio profundamente porque acaba transformando a las personas en Plantas Transgénicas Neófitas, que no crecen demasiado para que no las corten, dan esporádicamente algunas flores, pero no muchas porque reciben el sol justo, y no necesitan cambiar la tierra jamás porque ahorran energía permanentemente. 

Me explico: Que si me planto como madreselva en el salón de mi casa las posibilidades de transformarme en un seto hermoso son escasas, y si lo hago en el límite de mi parcela lo más probable es que las vacas del prado de enfrente se coman las hojas tranquilamente durante la primera semana de sequía alentadas por el vaquero. 

Así que he decidido construir un pequeño jardín interior donde hacer crecer también vincas y magnolios, y cerezos y prunos, y cuidar de las encinas centenarias que ya existían.

Casi seguro que me podré sentar a componer y cantar allí, incluso las noches de primavera y otoño, sin miedo a pescar una gripe A o a que me lama la nariz algún elemento vacuno, como ya me ocurrió una vez (o casi) que estudiaba a deshora en casa de mis abuelos con la ventana abierta de par en par. 

Y si me apetece... Incluso comer bellotas. 

¡Dulces sueños llenos de grillos y de estrellas!.